La historia del aceite de oliva
Repasamos brevemente la historia del aceite de oliva para entender cómo ha llegado a ser una de las actividades agrícolas más importantes de nuestro país.
Repaso histórico
Muchos de los autores que han estudiado la evolución del aceite de oliva y su cultivo, establecen sus orígenes en Oriente Próximo, allá por el año 4.000 a.C. Gracias a las muestras de polen encontradas en restos arqueológicos, se estima que el cultivo intensivo comenzó a producirse en el siglo X a.C. y en la ciudad de Biblos, cercana al actual Líbano.
Antiguo Egipto
Las primeras referencias más fiables sobre el aceite de oliva las encontramos en el Antiguo Egipto. Por entonces, era un producto sacro que se utilizaba en los sarcófagos de los faraones para desearles paz en la otra vida. También se usaba en farmacopea y cosmética.
Antigua Grecia
El aceite de oliva adquiere importancia ya en la Antigua Grecia. Tal dimensión adquirió el aceite de oliva que resultó ser un elemento imprescindible en los Juegos Olímpicos, tanto para los participantes como para los ganadores. Los participantes utilizaban el aceite de oliva para untarlo en sus cuerpos y evitar quemaduras y caídas; los ganadores, en cambio, eran obsequiados con una rama de olivo y una corona del mismo árbol que los proclamaban vencedores.
Aunque el consumo del aceite de oliva dependía de la clase social, se había extendido su uso como combustible para iluminación, remedio medicinal o aceite corporal.
Imperio Romano
Es en el Imperio Romano donde se expande el cultivo del olivar y se mejoran y perfeccionan sus técnicas de elaboración. El aceite de oliva alcanza aquí su mayor esplendor, especialmente, el aceite de oliva que se obtenía en Hispania, nombre que recibía entonces la actual España. También se destaca el gran reconocimiento que obtuvo el aceite de oliva de Bética (Andalucía) y que, gracias a su posición estratégica en el mapa, pudo comercializarse hacia diferentes puntos del planeta.
El oro líquido (así lo apodó Homero en la Odisea) que se producía en Hispania era de muy alta calidad y se exportaba hacia la capital del Imperio, en Roma. Se calcula que alrededor de 30 millones de vasijas de aceite de oliva fueron exportadas desde Hispania.
Se expande su uso culinario e incluso llega a incluirse en la manutención del Ejército del Imperio Romano. Sigue utilizándose para iluminación, aceite corporal o remedio medicinal.
Edad Media
El aceite de oliva llegó a considerarse dinero en efectivo. Su uso alimenticio se expande entre el clero y, quienes podían, lo utilizaban como ingrediente clave en la elaboración de jabones, textiles y tratamientos de belleza.
Siglo XIX
Con la llegada del siglo XIX, y gracias a la producción de las redes ferrocarriles en España, el cultivo del olivar inicia su expansión. De esta manera, España se convierte en el país con el olivar de mayor extensión del planeta. Sin embargo, al introducirse también nuevos métodos de combustible, la demanda del aceite de oliva desciende y, como ocurrió en la Edad Media, se incrementa su precio.
Siglo XX
La Revolución Tecnológica marcó un antes y un después en el cultivo y producción de aceites de oliva en España. Tanto es así que, en la actualidad, los aceites de oliva españoles triunfan en los certámenes internacionales de mayor prestigio en el sector.
En el siglo XX, comienzan a formarse las cooperativas y almazaras. Para sufragar el coste de la aplicación de estas nuevas tecnologías en la elaboración de aceite de oliva, había socios que invertían parte de su dinero y así obtenían su propio aceite.
Poco después, se expandió la comercialización del aceite de oliva por parte de las almazaras.
El aceite de oliva en España
En España, el cultivo del olivo se introduce en el año 1.100 a.C. por parte de los fenicios. Gracias a las relaciones comerciales y económicas que se establecieron con la isla de Creta durante el Imperio Romano, se produjo la expansión del cultivo olivarero. Antes de expandirse su uso como ingrediente estrella en la cocina, el aceite de oliva en España se utilizaba para cuidar el pelo y la piel, curar las heridas y como analgésico de determinadas enfermedades.
En la actualidad, el olivo se ha extendido más allá de la zona del Mediterráneo. Encontramos olivos en cualquier zona del planeta: en África del Sur, China, Oceanía, América… Sin embargo, España es el primer país con mayor superficie olivarera y primer productor de aceite de oliva del mundo.
Alrededor de 4.6 millones de hectáreas de olivos recorren todo el territorio español, haciendo posible el mar de olivos que caracteriza el paisaje de la zona olivarera. Concretamente, en Jaén se produce casi el 20% del total del aceite de oliva que se consume en todo el mundo y toda su provincia tiene más de 60 millones de olivos.
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